Es necesario establecer una taxonomía común de FS para garantizar la consistencia y claridad del mercado, comenzando con el cambio climático.
Para que la transición hacia las finanzas sostenibles sea posible, la sociedad necesita una comunidad empresarial comprometida, consciente de los desafíos ambientales, que sepa aprovechar las oportunidades que brindan las soluciones financieras verdes y participe activamente en el debate. Esta fue una de las principales conclusiones del reciente desayuno “Finanzas Sostenibles: soluciones para una economía verde” organizado por el Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV) y BBVA, que tuvo lugar en la sede del Banco el pasado 9 de marzo.
En el encuentro, se pusieron de manifiesto los dos elementos esenciales para poder avanzar en materia de finanzas sostenibles en Europa. Uno de ellos fue la mejora de la contribución de las finanzas al crecimiento sostenible e inclusivo mediante la financiación de las necesidades a largo plazo de la sociedad. A este elemento debemos añadir el fortalecimiento de la estabilidad financiera mediante la incorporación de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en las decisiones de inversión.
También se recalcó la cantidad y diversidad de organizaciones e instituciones que están intensificando sus esfuerzos para lograr una agenda única de reformas. Gobiernos, autoridades, organismos internacionales y sector privado siguen trabajando para fomentar su crecimiento. Un ejemplo de ello es el compromiso con los bonos verdes. Los mayores emisores industriales más activos en bonos verdes, se comprometen a doblar el volumen de sus emisiones y animan a otras empresas a emitirlos. Entre los asuntos destacables en la agenda de trabajo se fijó como prioridad establecer una taxonomía común de las finanzas sostenibles para fortalecer la consistencia y claridad del mercado, comenzando por el cambio climático.
Esclarecer los deberes fiduciarios de los inversores para extender los horizontes temporales y poner mayor énfasis en los factores ASG (ambientales, sociales y gobernabilidad), también son algunas de las asignaturas pendientes consideradas como imprescindibles para su impulso. Asimismo, actualizar las reglas de reporte para que los riesgos y oportunidades del cambio climático sean transparentes constituye una condición necesaria. Todo ello con el propósito de obtener un marco de finanzas sostenibles que cubra los productos, activos, instituciones y autoridades financieras.
Durante su intervención José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo de BBVA hizo un llamamiento para llevar a cabo una reflexión profunda sobre la necesidad de cambiar los modelos de crecimiento económicos y asegurarse de que estos incorporen criterios de sostenibilidad en su sentido más amplio. “La transformación de la industria es fundamental para la transición a una economía sostenible, y la contribución del sector financiero es una pieza clave del engranaje“, añadió.
Además, JMGP presentó el Compromiso 2025 de BBVA, la estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible del banco que está basado en tres pilares: financiar, gestionar e involucrar. A través de este compromiso a ocho años (2018-2025), BBVA se compromete a movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde y social, infraestructuras sostenibles y ‘agribusiness’, así como emprendimiento social e inclusión financiera.
Durante el encuentro, se recalcó el rol cada vez mayor del sector empresarial en este asunto con algunos líderes en el reto que se avecina como el de la energía, el transporte o el de materias primas y recursos naturales, infraestructuras, inmobiliario, telecomunicaciones o el agrícola. “El crecimiento verde y sostenible es una oportunidad económica además de mejora de la calidad del aire y de energía más asequible”, subrayó Gonzalo Saénz de Miera, vicepresidente del GECV.
BBVA, patrocinador del evento, ha sido el colocador más activo en el mercado de bonos verdes en Iberia en 2017 y es una entidad de referencia global tras haber asesorado, colocado y estructurado bonos verdes para clientes de distintos sectores en México, EE.UU. y Europa, tanto en divisa local como en euros y dólares. En el negocio de préstamos verdes, en el que BBVA ha sido pionero y está siendo un impulsor fundamental, el banco ha cerrado el año como la entidad más activa a nivel global con un total de 11 operaciones en Europa y América Latina para clientes de diversos sectores y siendo el líder indiscutible en España.
El Grupo Español para el Crecimiento Verde pretende con estos desayunos de trabajo, potenciar la participación y el debate en torno a temas de interés alineados con su estrategia y objetivos.
Para más información visita la web: www.grupocrecimientoverde.org
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