El Grupo Español de Crecimiento Verde participa en el Observatorio «Desarrollo Verde y Sostenibilidad» de El Economista
Por Alberto Vigario
El Economista. 24/04/2019. Cerca de 2.000 empresas españolas tendrán que elaborar ya este año un detallado informe sobre sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y presentarlo en el Registro Mercantil junto con las cuentas anuales de la sociedad. Así lo obliga la nueva ley de información no financiera, aprobada en España a finales de 2018 y que afecta a todas las operaciones desde 1 de enero de ese año. ¿Se trata de una traba más para las empresas o puede ser una oportunidad?
Para responder a esta pregunta el Economista y Siemens Gamesa han reunido a directivos de grandes empresas como Iberdrola,Endesa o la propia Siemens Gamesa junto a expertos tanto del sector de la sostenibilidad del GrupoEspañol para el Crecimiento Verde como de aspectos regulatorios de KPMG en el Observatorio «Desarrollo verde y sostenibilidad«. Todos ellos coinciden en apuntar que la ley desde luego es una oportunidad para incorporar las políticas de responsabilidad social y sostenibilidad a la estrategia de la empresa, pero también advierten: aquellas empresas que no tenían implantadas estas políticas hasta ahora, tendrán dificultades para cumplir con la nueva ley.
El director de Sostenibilidad de Siemens Gamesa, Isaac Ruiz Urionabarrenechea, puso el ejemplo de cómo una empresa surgida de una fusión hace apenas dos años situaba la sostenibilidad como una de las estrategias de la compañía. «El éxito comercial y la sostenibilidad son compatibles en una empresa y nosotros somos ejemplo de ello. Tener la sostenibilidad en el corazón de la estrategia de la compañía aporta un modelo de excelencia operativa en la gestión», apunta el directivo de la multinacional española de energía eólica.
«Todas nuestras acciones en la compañía van enfocadas a la Agenda 2030. Los desafíos del cambio climático, la transición energética, el ahorro en el uso de agua… tenemos ya una posición de liderazgo en la agenda de desarrollo sostenible y en ser protagonistas de esa transición», destaca Isaac Ruiz.
Por su parte, el director de Planificación de Sostenibilidad y Gestión de Grupos de Interés de Endesa, Ángel Fraile, pone de manifiesto cómo en su compañía las políticas de sostenibilidad se han convertido en parte del ADN de la empresa. «La energía aparece como un pilar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible junto al agua o la alimentación. El potencial impacto ambiental lo hemos gestionado desde hace tiempo con responsabilidad y esta evolución ha llevado a que esta política se integre de manera estructurada en la gestión del negocio», indica.
«Ahora ya no se trata de tener un plan de sostenibilidad, sino de un negocio sostenible. El modelo actual no es identificar necesidades ambientales, sino que éstas se integren cuando se está planificando el negocio. Y es una tendencia que, aparte de que esté recogida en la regulación, te lo piden los propios inversores», señala el directivo de Endesa.
VIDEO OBSERVATORIO DESARROLLO VERDE
Oportunidad para competir
En este punto, Jerusalem Hernández, directora de Sostenibilidad de KPMG en España, considera que las empresas españolas deben tomar la nueva ley de información no financiera como una oportunidad para competir mejor. «Vivimos actualmente en un entorno de crispación y transparencia, donde las compañías no se pueden permitir generar impactos que no puedan compensar. Por eso, las políticas de sostenibilidad deben ser consideradas como una oportunidad de negocio, de aumentar la competitividad, de mejorar nuestra posición frente a otras que no lo hagan. Ahora, las empresas compiten con la sostenibilidad y mucho menos con la competencia económica», sostiene la experta.
«Inversores y proveedores miran ya con lupa los aspectos no financieros; incluso los bancos hacen mecanismos de exclusión si no se cumplen estos requisitos», destaca. Ante esta nueva situación, la pregunta que surge entre los directivos es si hay compañías más pequeñas que se sientan presionadas. «Puede ser, pero creo que las entidades ya ven que la sostenibilidad compensa, porque generan más confianza y tienen mayor longevidad«, responde Jerusalem Hernández.
Coincide con este planteamiento Carlos Sallé, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola. «En Iberdrola cerramos las centrales de carbón y hemos invertido desde entonces en renovables hasta convertirnos en el principal gestor de energía eólica del mundo. ¿Y qué ha ocurrido? Que hemos multiplicado por seis los parámetros financieros desde entonces. Hace 18 años éramos la empresa número 20 de este sector y ahora somos la cuarta o la quinta. Este ejemplo significa que apostar por la sostenibilidad es rentable», asegura.
El portavoz de Iberdrola considera que empresas como la suya tienen varios motivos para adoptar esta estrategia. «Primero, por supervivencia. Si la sociedad prefiere tener empresas sostenibles también van a comprar ese tipo de productos. En costes, tenemos menos presión del mercado de capitales y el talento lo retenemos a menor coste: los empleados prefieren trabajar en una empresa sostenible. La regulación también va a apoyar todo este movimiento. Por tanto, no es algo que sea intangible», sostiene Carlos Sallé. «Y desde luego -añade- también las empresas actúan por responsabilidad y gobernanza. Porque sin el apoyo de las empresas no se puede cumplir con la Agenda 2030. Porque darle por ejemplo electricidad a mil millones de personas que no la tienen actualmente no se consigue únicamente con filantropía y ayudas al desarrollo«.
Desarrollo en España
Para fomentar la colaboración público-privada y avanzar en los retos ambientales, el sector empresarial creó en nuestro país el Grupo Español para el Crecimiento Verde. La Secretaria General Técnica de esta asociación, María Luz Castilla Porquet, apunta que estas empresas se creen la sostenibilidad, piensan que hay una oportunidad y que ésta es real. «Evidentemente también hay riesgo. Esta visión implica una transición y el cambio es enorme, por lo que hace falta que las condiciones sean favorables». La finalidad de este grupo es analizar las condiciones que se deben dar en España. «Primero es fundamental que se entienda como una colaboración público-privada, y luego, tener una regulación que se adapte a que el desarrollo verde sea real, estable, predecible y homogéneo», señala María Luz Castilla. La experta, que es Senior Advisor de PwC, añade que también son necesarios instrumentos financieros para dar salida a la economía circular. «Un ejemplo de este tipo es el Centro de Finanzas Responsables Sostenibles», apunta.
«Hay ya grandes proyectos en sostenibilidad. El siguiente paso es pensar en el consumidor y ver las oportunidades que puede haber para las empresas españolas» (María Luz Castilla)
Mejoras en la ley
Tras abordar las bondades de la nueva ley, los cinco protagonistas coinciden en señalar como negativo que, debido a las prisas por sacar la ley adelante, ésta se aprobó casi con alevosía un 28 de diciembre. «Para muchas empresas que no hacían estas acciones puede ser traumático», afirma la directiva de KPMG.
Isaac Ruiz reconoce esta dificultad en muchas empresas y destaca que para los que ya lo venían haciendo, la ley genera la necesidad de profesionalizar el reporting. «Antes no se establecía cómo se debía hacer y era complicado compararse con otros. Ahora, la información no financiera debe pasar a los órganos de administración. Ahora los consejeros son responsables de esa información, ahora es indelegable.»
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