Mariluz Castilla, secretaria técnica del GECV, y su paso por la COP26

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Nunca ha habido tanta representación empresarial como en la COP26 celebrada recientemente en Glasgow. Las COPs (Conference Of Parties) son reuniones de gobiernos organizadas por Naciones Unidas para avanzar en acuerdos de acción climática. Se admiten también Observadores en el proceso, que son organizaciones empresariales, sociales, ambientales, etc… ¡y ahí estaba yo, como parte de la representación del GECV, en un cariñoso encuentro con Gonzalo Muñoz, High Level Champion de la COP26¡.

La COP26, además de ser un espacio de negociación política, se ha convertido en un escaparate de debate empresarial y demostración de compromisos y un buen radar para entender las tendencias transformadoras de la próxima década. La COP ofrece un marco de actuación para que cada uno contribuya a la acción climática, desde los países, pero también desde los actores económicos y sociales.

¿Que hemos conseguido en la COP26?

Las bases de partida de la COP26 no eran buenas. Diversos estudios publicados han ido mostrando que con los compromisos climáticos puestos actualmente sobre la mesa por los países no alcanzaremos el límite de aumento de temperatura de 1,5ºC a final de la centuria. Por el contrario, el aumento de temperatura sería de alrededor de 2,7ºC. Para alcanzar el escenario de 1,5ºC, deberíamos reducir entre 25Gt- 28Gt de CO2e a 2030, es decir un 55% respecto a la situación actual.

Por tanto, uno de los mantras de la COP26 ha sido aumentar la ambición para cerrar el gap con el límite de 1,5ºC y actuar con urgencia, ya que el tiempo es clave.

El Pacto Climático de Glasgow refleja el acuerdo conseguido en la COP26. No nos deja satisfechos, pero si tomamos su parte positiva, pone en un primer plano a la ciencia, la naturaleza y la urgencia, e impulsa los esfuerzos mundiales en favor de 1,5 ºC, centrándose en la reducción del 45% de las emisiones necesarias en esta década. También demanda que se duplique la financiación para adaptación y reconoce la importancia de abordar las pérdidas y los daños, un primer paso para las comunidades más vulnerables al clima.

Si bien es cierto que existe una importante brecha por cerrar urgentemente, en la COP26 se han visto muchas señales de progreso, tanto de los países líderes como de las empresas en todos los sectores. El cumplimiento de todos los compromisos propuestos permitiría avanzar de forma significativa en los tres pilares de París: mitigación, adaptación y financiación. Glasgow no garantiza los 1,5°C, pero mantiene viva la perspectiva de alcanzarlo.

¿Qué implicaciones tiene la COP26 para los Consejos de Administración?

El Consejo, como garante de la estrategia de la empresa y la visión a largo plazo, puede recoger algunas reflexiones de lo discutido en la COP26.

Identificar oportunidades derivadas de la trasformación necesaria para alcanzar 1,5ºC

Una buena noticia de la COP26 es que ha consolidado el objetivo de limitar el aumento de temperatura a 1,5ºC, como recomienda la ciencia. Para reducir emisiones en esta década debemos actuar en todos los sectores. Los cambios más urgentes se necesitan en el sector energético, el transporte, los edificios y materiales. Pero es importante también ver como atacar sectores como la agricultura, los plásticos, la aviación, los bosques, etc… Los Consejos deben estar alerta a todos estos cambios para gestionar los riesgos derivados de la transición y aprovechar las oportunidades que se presentan.

Si tomamos como ejemplo el sector energético, vemos como se acelera la transformación del sistema energético mundial. Se abren grandes posibilidades en el sector de renovables o el hidrógeno y se empieza a mencionar la desaparición futura de los combustibles fósiles. Se estima que las inversiones anuales en energías renovables deberían triplicarse a 2050 para mantener el calentamiento global en ruta hacia los 1,5º C.

Entre los grandes países emisores, abundan los compromisos Net Zero, siendo el sector de renovables el mayor contribuidor a la mitigación:

  • India se ha comprometido a ser neutra en carbono para 2070, anunciando una capacidad de 500GW de energías procedentes de fuentes no fósiles para 2030 y un 50% de su energía total procedente de renovables.
  • China ha anunciado la neutralidad para 2060, con un 25% de renovables en su mix de energía primaria para 2030 y una capacidad de renovables (eólica y solar) de 1.200 GW.
  • USA se ha comprometido a la neutralidad a 2050 y a la descarbonización del sector energético para 2035. El Congreso acaba de aprobar un paquete de 1,2 billones $, que aunque no está específicamente dedicado al clima, contiene algunas medidas que favorecerán la transición energética, como la inversión en redes, vehículos eléctricos o energías limpias.
  • La Unión Europea ha anunciado la neutralidad a 2050 y un objetivo de reducción del 55% a 2030 vinculante a través de la Ley de Cambio Climático Europea. Asimismo, ha aprobado el paquete de 750.000 millones € del fondo de recuperación NextGenerationEU, del que un 37% debe ir dirigido a la acción climática.
  • En España, la Ley de cambio climático incorpora los objetivos de reducción de emisiones del 23% a 2030 (vs 1990), un sistema eléctrico con 74% de renovables a 2030 y la neutralidad climática a 2050, entre otras medidas y prevé instrumentos para conseguirlos como el PNIEC (2021-2030) y la Estrategia de descarbonización a 2050.

Asimismo, en la COP26 se han establecido numerosas alianzas para impulsar la transición energética:

  • Compromiso de alcanzar más de 750GW de energía renovable para 2030 de los productores de energía que apoyan la Race to Zero
  • Creación de una Alianza Mundial para la Energía Eólica Marina en 2022, que reunirá a los gobiernos y al sector privado, para unir fuerzas y aumentar la ambición de la energía eólica marina y su aplicación de cara a 2030 y en adelante.
  • Compromiso Mundial sobre el Metano, con más de 100 países adheridos a esta iniciativa liderada por Estados Unidos y Unión Europea cuyo objetivo es reducir las emisiones de metano un 30% en 2030 (respecto a los niveles de 2020)
  • Compromiso con la Breakthrouht Agenda de los países firmantes, para avanzar en el desarrollo de tecnologías limpias, accesibles y asequibles para todos, entre ellas las energéticas.

Las oportunidades se abren también para el resto de sectores claves en la transición, a los que la COP26 dedicó días específicos:  transporte, ciudades, agricultura, etc.

El Consejo debe estar atento a los compromisos, desarrollos y alianzas que marcarán la agenda climática de esta década para los diferentes sectores y que abren la puerta a numerosas oportunidades empresariales.

La ambición climática corporativa se incrementa con compromisos de Cero Emisiones 

Según los últimos anuncios hechos en la COP26, un 90% de las emisiones globales están bajo compromisos de Net Zero (cero emisiones netas), incluyendo a los grandes emisores como China, India, USA o la UE, entre otros.

Respecto a las empresas estamos viendo un mayor liderazgo a nivel corporativo. Se observa un aumento significativo del número de compañías que incorporan objetivos Net Zero.  Más de 200 compañías de los países G20 han establecido target Net Zero desde diciembre de 2020. Actualmente un 33 % de las grandes compañías del G20 (en ingresos) han comprometido un objetivo Net Zero y el número de compañías se ha doblado desde el año pasado.

Algunas iniciativas aprobadas en el marco de la COP26 impulsaran la tendencia hacia el Net Zero. Así, el sector financiero se comprometió, a través de la Glasgow Financial Alliance for Net Zero, a alcanzar la neutralidad antes de 2050, incorporando instituciones financieras que representan más de 130 billones de dólares en activos gestionados. Ello significa descarbonizar las carteras de los bancos y redirigir la financiación hacia soluciones climáticas consistentes con los objetivos globales.  Para homogeneizar los compromisos de neutralidad se ha desarrollado el primer standard para definir objetivos Net Zero del Science Based Targets y se ha iniciado el desarrollo del standard Net-Zero for financial institutions.

En esta línea, desde el Grupo Español de Crecimiento Verde presentamos en la COP26 una Guía de Mejores Prácticas para Convertir Objetivos de Cero Emisiones Netas en Planes de Acción climática.

Los objetivos Net Zero se han convertido en habituales a nivel de países y de empresas. Esto llama a las empresas a revisar sus propios objetivos y sistemas de medición de emisiones. Ya no se habla solo de alcance 1 y 2, sino también del alcance 3. Objetivos más ambiciosos implicarán cambios en los modelos energéticos de las empresas, el transporte, la logística, los materiales, los productos, etc. que el Consejo debe prever, impulsar y aprobar.

Mayores requerimientos de transparencia para las empresas 

El peligro de greenwashing de los objetivos a largo plazo es un reto al que se enfrentan las empresas, que se verán sometidas a un mayor escrutinio. Los inversores internacionales, con carteras de inversión globales, exigen cada vez más que las empresas presenten informes de alta calidad, transparentes, fiables y comparables sobre el clima y otras cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

Durante la COP26 se hizo pública la Creación del International Sustainability Standards Board [i](ISSB) para desarrollar una base global e integral de estándares de divulgación de sostenibilidad para inversores. Es el comienzo de un movimiento a favor de mayor transparencia y cuantificación de las emisiones y su impacto, y la intención de elevar la información de ESG y climática al mismo nivel que la financiera.

Junto con la NIIF, también se lanzó un prototipo de norma que establece los requisitos para la identificación, medición y divulgación de información financiera relacionada con el clima, y que, aunque no es jurídicamente vinculante, creará un conjunto de normas que todas las empresas tendrán que empezar a considerar.

Los Consejos deben velar por preparar a las compañías para responder a este nivel de transparencia y para abordar objetivos climáticos a largo plazo y objetivos intermedios con actuaciones e inversiones específicas.

La transparencia es también un requisito para los países, que tendrán que revisar sus objetivos a 2030 y a largo plazo el próximo año y posteriormente revisarlos cada 5 años.

Oportunidades empresariales derivadas de los mercados de carbono y la financiación verde

Un gran avance de la COP26 ha sido la aprobación del articulo 6 sobre mercados de carbono, a debate durante los últimos 6 años. Las decisiones aprobadas proporcionan una guía de contabilidad clara para el comercio de emisiones entre países, y lanzan un nuevo mecanismo de acreditación que dará acceso al mercado mundial de carbono a todos los países interesados en atraer inversiones verdes.

La financiación climática es un tema clave de debate, ya que algunos de los compromisos pactados no se han cumplido. Los países desarrollados se comprometieron a aportar 100.000 millones $ anuales, pero en 2019 esta aportación fue un 20% menor de lo previsto.

Por otra parte, los flujos financieros globales para asuntos climáticos alcanzaron los 632.000 millones $ en 2019/20; sin embargo para alcanzar los objetivos climáticos del 1,5ºC, en 2030 serán necesarios 4,35 billones de $, lo que supone un incremento de financiación del 588%.

Estudios recientes afirman que los flujos financieros procedentes de los mercados de carbono podrían ayudar a cerrar los gaps financieros actuales y a doblar la ambición climática. De hecho, el mercado voluntario de comercio de carbono está creciendo rápidamente debido a la demanda corporativa de créditos de carbono para alcanzar su estrategia de emisiones netas cero.

Los Consejos deben tener en cuenta las oportunidades que se abren con los mercados de carbono e interiorizar hacia donde se dirigen los flujos financieros, para adaptar sus inversiones y sus necesidades de capital.

A modo de conclusión:

La COP26 ha visualizado que limitar el aumento de temperatura a 1,5ºC, como recomienda la ciencia, supone una transformación de grandes dimensiones que abarcará a todos los sectores. La actuación en esta década será decisiva y es urgente.

Los Consejos han comenzado a abrazar el cambio y están incorporando Comisiones de Sostenibilidad y perfiles ESG en el Consejo que ayuden a definir la empresa del futuro. El cambio se va acelerar. Las empresas deben liderar la descarbonización, porque pueden hacerlo. Tanto si se trata de una cuestión moral como comercial, de una obligación o de una oportunidad, las empresas han demostrado en la COP26 su disposición a recoger el testigo. No se trata de reconstruir el pasado, sino de construir entre todos un futuro diferente.

Por  Mariluz Castilla, Secretaría General Técnica GECV